BUSCARÉ EL SENTIDO DEL SUFRIMIENTO
Buscaré el sentido del sufrimiento para que sea más tolerable
Jonás Aquino López
Reflexionaré ante el sufrimiento físico y moral, agudo y crónico. Es una consecuencia del pecado en la raza. Es un aviso de que algo está mal en nuestro cuerpo o en nuestro espíritu, o en el ambiente físico o social. Que debo buscar la curación posible. Hay dolores terrenalmente incurables. Entonces debo buscar cómo superarlo. Si personas fueren la causa de mi dolor, pediré la gracia de Dios para amarle y perdonarle; el rencor aumenta el dolor, el perdón alivia y da nuevas fuerzas al espíritu. Examinaré mi conciencia para ver si hay pecado qué confesar y pedir perdón a mi ofendido; Confiaré en la gracia perdonadora de Cristo para recibir la paz; el perdón recibido quita el dolor moral y da fuerzas para sobrellevar el dolor físico. Si todo está bien con Dios y mi prójimo, entonces buscaré el sentido de mi dolor. Quizá Dios quiere fortalecer mi alma, quizá quiere acrecentar mi compasión por los que sufren, quizá quiere que pruebe mi fidelidad a Él. Si el dolor persiste pensaré en que la vida terrenal es breve; pensaré en el cielo, donde no habrá enfermedad, ni dolor, ni soledad; y me aseguraré que mi relación con Dios está en orden. Recordaré y creeré en la divina promesa: Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación (Salmo 91:14-16); Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento (Salmo 23:4). Oraré al Señor solicitando abundante gracia, leeré y meditaré en las Sagradas Escrituras, cantaré los himnos que consuelan y animan, procuraré el compañerismo con mi familia, mis hermanos y amigos.