EL AMOR DE UN PASTOR

23.09.2014 09:41

EL AMOR DE UN PASTOR

 

Soñaba que en una montaña

Me sorprendió una tempestad,

Y en una vieja cabaña

Que cerca vi, me fui a refugiar.

 

Pensativo estaba… alcé la mirada

Y he aquí un hombre… ¡pobre!

Tiritaba de frío por la mojada.

Sollozaba cual amoroso padre.

 

Con lágrimas en los ojos

Vio usted a una ovejita? Preguntó:

No, contesté al ignoto

Y un profundo suspiro dio.

 

Y llorando elevó sus ojos al cielo

Y dijo: “Tú lo sabes Padre mío,

Donde la puedo encontrar luego

Antes que se muera de frío

 

Siguió buscando a la ovejita perdida

Que se apartó y no llegó al corral;

La tempestad había pasado ya,

Solo se escuchaba un ruido torrencial

 

Una y otra vez a la ovejita llamó,

La ovejita gimiendo contestó

En el profundo de un barranco.

El pastor emocionado se acercó.

 

Estando al borde de aquel collado

No sabía cómo bajar, se deslizó.

Llegó al cieno, y en sus fuertes brazos,

A la doliente oveja tomó y acarició.

 

Con gran esfuerzo pero contento

De aquel barranco profundo salió,

Y a su amada oveja al redil llevó

Amoroso, curó sus heridas y la vendó.

 

¿Quién era ese hombre tan abnegado?

Era un pastor más que responsable;

Trabajaba con un  corazón amable

Por su pequeño y humilde rebaño.

 

Vosotros mis queridos hermanos,

Amad a vuestro líder y buen pastor,

Escuchad sus prédicas con atención

Y sus consejos llenos de amor.

5 de julio de 1952

Puebla de los Ángeles, Puebla

 

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