LA IGLESIA QUE TODOS QUEREMOS
La Iglesia que todos Queremos
La iglesia la formamos todos los redimidos por Cristo. Tenemos la iglesia universal y la iglesia local. La iglesia local la formamos todos los redimidos del Señor que nos reunimos en un mismo lugar. ¿Cómo queremos que sea nuestra iglesia? Así debemos ser cada uno de nosotros.
Queremos una iglesia que crece en número porque todos testificamos e invitamos a los inconversos a la iglesia; en conocimiento bíblico porque estudiamos la Palabra de Dios y asistimos a la escuela dominical; crecemos espiritualmente porque practicamos los medios de gracia, que son: la oración, el culto, la lectura de la Palabra y la Comunión; en mayordomía porque diezmamos y ofrendamos generosamente y crecemos en administración porque nos organizamos, planeamos y trabajamos con metas.
Queremos una iglesia unida donde todos nos aceptamos tal cual somos, sabemos pedir perdón y nos perdonamos; donde todos nos ayudamos mutuamente, juntos apoyamos los proyectos de la iglesia y nos reunimos para adorar, convivir y trabajar.
Queremos una iglesia ordenada donde todos somos puntuales, si llegamos antes del culto nos ponemos a orar y leer nuestra Biblia Todos participamos del culto reverentemente, respetamos las reglas y las instrucciones, respetamos la autoridad del pastor y de la Junta de la Iglesia.
Queremos una iglesia viva, activa, donde cada uno está usando sus talentos y dones espirituales para servir al Señor y al prójimo. En la que todos los que tenemos un cargo lo estamos desempeñando con entusiasmo y eficiencia, y en la que todos estamos testificando de Cristo.
Sobre todo, queremos una iglesia santa, en la que todos hemos buscado o estamos buscando la pureza de corazón, donde todos estamos comprometidos a vivir una vida recta conforme a los principios del evangelio de Jesucristo.
Recuerde que la iglesia la formamos usted y yo. No espere que la iglesia que usted quiere la hagan los otros. Todos edificamos la iglesia. Efesios 4:11-16; 5:25-27; Romanos 12:9-21.