La violencia en las aulas

31.10.2014 11:57

La violencia en las aulas

Por Jonás Aquino López

La violencia física y verbal, las drogas y alcohol; el vandalismo, el robo y el engaño que manifiestan los niños en las escuelas tiene sus causas. Son niños que guardan resentimientos por el maltrato que reciben de sus padres, o por la falta de atención en sus hogares. Los niños crecen sin llenar sus necesidades emocionales. Detrás de estas condiciones están los matrimonios desintegrados física o emocionalmente, por la pérdida de los valores morales de sus integrantes. Junto con esta causa, está la violencia que ven en la televisión y en los videojuegos. La solución no está en las leyes ni en la vigilancia policiaca. La solución de este problema social debe enfocarse en los padres.

Los padres necesitan retomar los valores morales, aplicarlos en su vida personal, familiar y social. Ordenar su escala de valores, anteponiendo los religiosos y morales, a los vitales, económicos y estéticos. Uno de los valores que prevalecen en nuestro tiempo es el de la belleza física y el placer, dejando de lado los de mayor importancia como son los religiosos y morales.

La sociedad se compone de familias y la calidad o corrupción de las familias se vierte en la clase de sociedad que tenemos. La solución de todos los problemas sociales debe comenzar en las parejas matrimoniales. Desde que el matrimonio está perdiendo su valor, comienza a perderse la calidad de las parejas y de la familia.

Siendo que los matrimonios se componen de individuos, entonces debemos comenzar con recomponer a las personas, de cualquier edad. El cambio de los individuos es esencial.

El individuo es lo que piensa y piensa en lo que ha entrado en sus mentes desde la infancia. Vemos pues, la importancia de los pensamientos. Hoy, los individuos y la sociedad se están nutriendo de las filosofías posmodernas que son: el materialismo, el naturalismo, el evolucionismo y el relativismo, principalmente. Se han olvidado los valores de Cristo y no necesariamente del cristianismo, porque hay diversas clases de cristianismo, cada vez más diluidos. Me refiero al Cristo del Nuevo Testamento y no el de las novelas modernas, ni de los evangelios espurios que hoy se comercializan; a las enseñanzas correctamente interpretadas de las Sagradas Escrituras. Comenzando con los elevados principios del Maestro en su Sermón de la Montaña y siguiendo con las Epístolas de los Apóstoles de Jesucristo.

En síntesis, las enseñanzas son: El hombre pertenece a una raza caída moralmente e inclinado al mal, por lo que los hombres son transgresores de los mandatos divinos. Necesita el perdón de sus pecados y un cambio en su naturaleza pecadora por una nueva vida en Cristo.  Estos son obras de Dios y del Espíritu Santo. Se obtienen por creer en el sacrificio de Cristo que llevó nuestras culpas en la Cruz y en el arrepentimiento, que no solo es reconocimiento del pecado, sino una renuncia a su práctica. Los siguientes versículos bíblicos lo confirman: Hechos 3:19 Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio. 1ª Juan1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 2ª Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Y luego llenar nuestra mente con los pensamientos de Cristo, como dice el Salmo 119: 11 En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. San Pablo dice en 2ª Timoteo 3:16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.

Necesitamos padres nuevos, renovados en Cristo, que inculquen los valores bíblicos en sus hijos, con palabras y con el ejemplo, como ordena Dios, según Deuteronomio 6:5-9 Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas. Que de cada joven se pueda decir lo que San Pablo dijo de Timoteo, según 2ª Timoteo 3: 15-17 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

Renovemos espiritualmente la familia y tendremos mejores hijos y una sociedad solidaria, pacífica, próspera y feliz

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