NATIVIDAD

23.12.2014 22:58

N A T I V I D A D

 

Natividad: Natividad es nacimiento.

Hoy cumples veintisiete años,

Tu llanto resonó en el momento

Que viniste, aquel día de antaño.

 

Natividad, sin duda tu nacimiento

Fue motivo de grande alegría,

Para aquellos que en aquel momento

Te vieron nacer en ese olvidado día.

 

Natividad, tus padres en tu nacimiento

Vieron en ti una nueva estrella

Que llenaría el hogar de contento,

Pleno de paz, de amor y sin querellas.

 

Natividad, el día de tu nacimiento

El sol salió muy resplandeciente,

Cual rey del día en el firmamento,

Asomándose desde el oriente.

 

El brillante sol te felicitó sonriente

Hasta ocultarse en el occidente,

 

Natividad, el día de tu nacimiento

Los pájaros gozosos madrugaron

Para anunciar tu advenimiento.

Con sus dulce acordes que entonaron.

 

Natividad, el día de tu nacimiento

Las hermosas flores perfumaron.

Y en la noche con agudos acentos

Los grillos cantores te arrullaron.

 

Amada Natividad, tu nacimiento

Ha pasado ya a la historia,

Ya no se recuerda aquel momento,

Ya no más viene a la memoria.

 

¿Dónde, Natividad, aquel gozo

Que rodeó tu humilde cuna?

Se ha trocado en gran sollozo

Pues tu destino fue infortuna.

 

¿Dónde, Natividad, aquella estrella

Que brilló en aquel hogar?

Fue ocultada por la ausencia

De tu madre sin poderte amar.

 

Sin poder mirar a su Natividad

En su niñez, ni en su pubertad

 

¿Dónde, Natividad, el brillante sol

Que te felicitó muy sonriente?

Se ha puesto ahora tan candente,

Que tu alma cual flor la marchitó.

 

¿Dónde, Natividad, los pajarillos

Que te cantaron cuando naciste?

¿y dónde tus arrulladores grillos

¡Callaron porque ahora están tristes!

 

¿Dónde, Natividad, aquellas flores

Que sus aromas te acariciaron?

Se han marchitado ya, ¡pobres!

Sus deliciosas aromas se acabaron.

 

¿Dónde, Natividad, estás ahora?

Las circunstancias te han traído

A esta situación que tanto llora.

Te comprendo porque soy tu amigo.

 

Natividad, debajo de este cielo

Que nos cubre con su gran manto,

Ha sido testigo de tus desvelos,

Y testigo de tus frecuentes llantos

 

Tus luchas por tus hijos, Natividad,

Un día nuestro Dios las premiará.

Tus llantos se convertirán en risas,

Tus hijos disfrutarán de paz.

 

8 de septiembre de 1952

Puebla de los Ángeles, Puebla

La última estrofa fue como una profecía que se cumplió. Sus últimos años fueron de bienestar y tranquilidad, en California, E. U. Vió crecer a sus nietos y aún a sus bisnietos; falleció en paz rodeada de sus hijas, yernos, nietos y bisnietos, a los 89 años de edad, el domingo de este diciembre de 2014.

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