Parábola de los obreros de la viña

09.01.2018 16:12

 

PARÁBOLA DE LOS OBREROS DE LA VIÑA

Jonás Aquino López

Texto. Mt 20, 1-16

20  Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña. Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza desocupados; y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron. Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo. Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados? Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. El les dijo: Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo. Cuando llegó la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros. Y al venir los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario. 10 Al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario. 11 Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia, 12 diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día. 13 Él, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario? 14 Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti. 15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno? 16 Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.

Reflexiones

1.   Aparte de la enseñanza espiritual de la parábola, se puede encontrar algunas enseñanzas laborales.

2.   El dueño de la viña necesitaba obreros, tanto para cultivar, como para cosechar su viña. Él solo (el rico) no puede rendir lo que puede un grupo de obreros (los pobres) De aquí que las ganancias (descontado de las inversiones) justamente deben repartirse, proporcionalmente entre dueños (que dan la tierra, el espacio y las herramientas) y los trabajadores (que dan su tiempo, sus conocimientos y sus fuerzas), usando la regla de compañía. No nos engañamos que las llamadas prestaciones, son parte del salario

3.   Todos los obreros tienen la misma necesidad de trabajar para solventar sus necesidades o las necesidades de su familia (casa, servicios, alimentos, ropa, salud, educación, impuestos, descanso, compasión, etc.)

4.   Por sus necesidades naturales y sociales los obreros tienen derecho al empleo y al salario suficiente y justo.

5.   En la parábola no todos trabajaron el mismo tiempo. Algunos todo el día, otros medio día, otros una cuarta parte del día y otros, solo una hora. Pero todos tenían la misma necesidad y el mismo derecho de trabajar. Si no trabajaron todos por igual, fue porque, cualquiera que haya sido la razón, no fueron contratados a tiempo (desigualdad de oportunidad de trabajo)

6.   El dueño de la viña, aun superando las costumbres de su tiempo, fue un tanto justo al dar a cada obrero lo que justamente necesitaban: trabajo y salario. Él dijo que era “bueno”. En su contexto sí. Pero realmente le faltó algo más para ser justo, además de bueno: el reparto de utilidades.

7.   Habiendo tierras, empresas, gobierno y pobres con necesidades y derecho de trabajar, no debía haber desempleo. Algunas fallas hay, no en nuestros sistemas, sino en lo que crean los sistemas: ¿egoísmo en los dueños del dinero y de los bienes? Corrupción en  los legisladores, los concejos y los gobiernos? Quizá usted lo sabe.

8.   No olvidemos que la parábola fue dada para una ilustración del evangelio, y bien sabemos que las parábolas de nuestro Señor, ilustran solamente una enseñanza, como es el versículo 16 de nuestro texto. Por tanto, no tenemos que obligar a la parábola o al dador de la parábola, una completa enseñanza laboral. Lo que hice fue una deducción laboral de una parábola dada dentro de un contexto social antiguo, para dar una sola enseñanza espiritual.

9.   Señor dueño, empresario, legislador, gobernante y funcionario de primer nivel en los gobiernos, administrador, supervisor, ¿cuánta es su justicia para con los obreros contratados y los desempleados, y cuánta su compasión para los incapacitados?

10.              No se olvide que hay un Juez sobre todos los jueces, que hace hoy, y hará justicia al final de la historia. No lo dudemos. El sentido natural de justicia lo exige.

jaquinol@hotmail.com

 

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