Después de cinco meses de haber recibido un fuerte golpe en la región occipital de la cabeza, por fin pudo ver a un neurólogo. Le hizo un examen minucioso, le ordenó una tomografía y le recetó un poderoso analgtésico. Por lo menos ya no tiene el intenso dolor en la cabeza. En tanto espera oportunidad para poderse tomar la tomografía. Por favor oremos que Dios lo proteja de consecuencias irreparables y le conceda pronto la tomografía; que lo sane totalmente.