TEMOR-EL SIGNO DE NUESTRO SIGLO

30.05.2014 15:02

TEMOR – EL SIGNO DE NUESTRO SIGLO

Por Jonás Aquino López

Desde los fines del Siglo XX se inició un aumento del temor de la gente. Se temía que al terminar el Siglo, se acabara el mundo. Este temor siguió aumentando en la primera década de nuestro Siglo XXI. Anuncios de catástrofes y del fin del mundo de personas sin respeto a los sentimientos de la gente sencilla, llenaron y llenan de angustia los corazones de millones. Los medios de comunicación masiva que hoy son tan veloces como la luz, permiten que el temor sea a nivel mundial.

Las tensiones entre las naciones poderosas, unas tratando de asegurar el petróleo controlando a las productoras de este combustible que mueve la industria actual, otras, procurando defender sus riquezas, producen guerras entre naciones, con sus correspondientes consecuencias de millones de muertos, mutilados, huérfanos, enfermedades, pobrezas, hambres y ruinas. Las tensiones entre Israel y sus aliados: Estados Unidos, Inglaterra, Alemania y Francia, contra los palestinos y sus aliados: Irán, Siria, Líbano y otras naciones árabes, hacen temblar de temor por la inminencia de una tercera guerra mundial. La llamada Primavera Árabe, de los pueblos tratando de sacudir el yugo de la opresión de sus gobernantes absolutos, con la esperanza de la libertad con un gobierno democrático, pero a la vez con el temor de nuevos gobiernos religiosos con nuevo estilo de opresión, están dejando millares de muertos, viudas, huérfanos, mutilados y millones de sufrientes  refugiados.

Las noticias que nos llegan, casi en el momento en que están sucediendo, de las catástrofes naturales que cada vez son más fuertes y más destructoras, como terremotos, maremotos e incendios, con sus respectivas consecuencias dolorosas. El temor de un desastre nuclear, ya no por motivos bélicos, sino por la fragilidad de las plantas nucleares ante los estertores de la tierra, que amenazan seriamente destrucciones masivas en el mundo, preocupan a las naciones. A todo esto hay que añadir la violencia en todas las ciudades y pueblos del mundo; que no solo en las calles, sino aun en las propias casas, la gente no se siente segura. Hay temor constante.

De cuando en cuando los astrónomos anuncian la posibilidad de que algún asteroide, de los millones que circulan entre la Tierra y Marte, pueda incrustarse en nuestro Planeta. El temor de las naciones se revela en sus planes y proyectos para desviar dichos asteroides, cuando alguno de ellos se dirija hacia nosotros.Jesús ya lo había previsto: desfalleciendo los hombres por el  temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas (Lucas 21:26). La versión NVI lo traduce en las siguientes palabras: Se desmayarán de terror los hombres, temerosos por lo que va a suceder al mundo, porque los cuerpos celestes serán sacudidos.  Realmente, son señales de la proximidad del retorno de Jesucristo, según lo anunció el martes de su última semana de vida terrenal, para recoger a los suyos y hacer juicio a los que se negaron aceptar su oferta salvadora. Pablo saludó a los tesalonicenses con estas palabras de consuelo: Esto sucederá cuando el Señor Jesús se manifieste desde el cielo entre llamas de fuego, con sus poderosos ángeles, para castigar a los que no conocen a Dios ni obedecen el evangelio de nuestro Señor Jesús. Ellos sufrirán el castigo de la destrucción eterna, lejos de la presencia del Señor y de la majestad de su poder, el día en que venga para ser glorificado por medio de sus santos y admirado por todos los que hayan creído, entre los cuales están ustedes porque creyeron el testimonio que les dimos (1ª Tesalonicenses 1:7-10 NVI)

Sin embargo, los que han recibido a Cristo como su Salvador y Señor y le siguen fieles cada día, nos sentimos seguros en Él, como lo expresó el Apóstol Pablo: Conforme a lo dicho por el Señor, afirmamos que nosotros, los que estemos vivos y hayamos quedado hasta la venida del Señor, de ninguna manera nos adelantaremos a los que hayan muerto. El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor siempre. Por lo tano, anímense unos a otros con estas palabras (1ª Tesalonicenses 4:15-18 NVI). Y nuestro Señor Jesucristo advierte: Por eso también ustedes deben estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen. (Mateo 24:44 NVI)

Entréguese a Jesucristo, reciba la salvación que le ofrece y sea fiel a él día a día.

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